El Pescado junto con la carne, son los productos más perecederos. Para su conservación y almacenaje se requiere la refrigeración y la congelación; pero no basta con esto.
Con el ozono se obtiene un mejor aspecto y presentación del pescado y marisco, al impedir la formación de mohos y flora de putrefacción. Así como una desodorización constante de las cámaras al producirse la eliminación de los olores poco deseados propios de los lugares donde se trabaja con pescados y mariscos.
Utilizando correctamente la tecnología que el Ozono nos proporciona, podemos conseguir resultados como:


- Desinfección continúa de los conductos y sistemas de refrigeración, a fin de eliminar hongos virus y bacterias que permanecen en estas instalaciones.
- Desinfección de microorganismos del agua utilizada en los procesos de trabajo.
- Desinfección mediante agua ozonizada en el protocolo de aclarado del producto.
- Completa desinfección, sin residuales de olores y sabores que puedan ser trasladados al producto.
- Reducción del peso y mermas producidas por la descomposición microbiológica de las proteínas y grasas de las piezas.
- Reducción de aminas biógenas generadas durante la descomposición.
Con el Ozono se consigue un aumento en el tiempo de almacenaje de las piezas